domingo, 1 de febrero de 2015

El día del cuento

Desde siempre en la ciudad de los sueños, un lugar divertido y muy alegre, donde todo el mundo es amable y bueno, se llevaba a cabo la celebración del día del cuento.

Era el día en que los adultos les contaban a los niños diferentes historias. Esta celebración se realizaba con éxito todos los años. Los niños siempre mantenían su imaginación, sus sueños y esas inmensas ganas de vivir; gracias a esos cuentos maravillosos que sus padres, tíos, abuelos, abuelas y vecinos contaban para ellos.

Todo estaba bien en la divertida ciudad de los sueños pero en vísperas del día del cuento un grupo de extranjeros llegó a la cuidad para intimidar a los niños y sabotear la celebración.
Provenían de la ciudad de la desilusión y no soportaban la idea de ver a niños y personas tan felices porque a ellos solo les habían enseñado a ser fríos, malvados y no tener sueños; decían que soñar es una tontería: ¡que solo existe lo que hay, y nada más! Y esto era lo que ellos conocían y querían para los demás.
Los extranjeros querían robar los libros de cuentos y quemarlos para que los niños estuvieran tan tristes y decepcionados por las personas malas que no quisieran vivir más en el país de los sueños sin cuentos que disfrutar. Ellos creyeron que podrían robarlos al escabullirse durante la noche en la gran biblioteca pero ellos no contaban con que encontrarían ahí personas tan entregadas a hacer felices a los niños que estarían trancribiendo en bonitos libros los cuentos que se narraban en años anteriores y unas personas tomando leche y comiendo galletas de chocolate dejaban volar su imaginación contando párrafos de nuevas historias que los dejaron alucinados. Poco a poco se fueron acercando a los que narraban esos cuentos y se sentaron a escuchar, los narradores que conocían las intenciones que ellos habían tenido no se dejaron llevar por malos sentimientos y les ofrecieron de sus galletas de chocolate con leche. Ellos absortos se interesaron más y más por muchos cuentos y por ese espiritu de soñadores que tenían los lugareños.
Llegó el día del Cuento y todas las familias estaban emocionadas por asistir al evento tan esperado. Cuando llegaron se dieron cuenta que en los primeros lugares estaban aquellos.extranjeros que un día llegaron con ganas de hacer mal. Ahora ellos conocían el efecto increíble que causaba el permitirse soñar y creer como niños.

1 comentario: